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Imagenes VERDAD REPRESA MANDURIACU

miércoles, 22 de febrero de 2012

...¿QUE IMPACTOS AMBIENTALES TRAE LA CONSTRUCCIÓN DE ESTOS PROYECTOS?...

(Imagen de pagina amiga en lucha por
la no construcción de represas que dañen 
el medio ambiente).

Sobre los impactos ambientales no mencionados.

El Proyecto Hidroeléctrico Manduriacu generará una serie de impactos ambientales entre los que sobresale el represamiento de aguas contaminadas. El río Guayllabamba acarrea las aguas de desecho doméstico que genera la ciudad de Quito y sus poblaciones circundantes, que juntas albergan casi 3 millones de habitantes. Directa o indirectamente, todas las aguas negras de Quito, los valles de Cumbayá, Tumbaco, Guayllabamba, Los Chillos y muchas poblaciones más terminan en los afluentes del Guayllabamba. En palabras gruesas, la mierda de Quito y alrededores corre por este río en su camino al mar.

Por la fuerza de las corrientes y la acción del lecho rocoso del río, los sólidos de la digestión de los quiteños casi desaparecen. Sin embargo, lo que no desaparece son las bacterias que proliferan en las aguas de desecho. Así, en los estudios de impacto ambiental desarrollados por una consultora para la propia empresa Hidroequinoccio dan cuenta de altos niveles de contaminación con bacterias fecales en los sectores del río donde se planea la construcción de algunos embalses, entre ellos en Manduriacu. Estas bacterias son las responsables de diarreas, cólera y otros tipos de infecciones, y en altas concentraciones pueden resultar fatales.

El Estudio de Impacto Ambiental Definitivo (EIAD) hecho para Hidroequinoccio estipula, o deberíamos decir, admite la posibilidad de crear un embalse de agua sucia con concentración de malos olores, mosquitos y posibles enfermedades. Se reconoce la necesidad de monitorear estos posibles impactos cuando el proyecto hidroeléctrico entre en operación. Lo que no se dice, es que contaminar el agua es un atentado contra el derecho constitucional de todas las personas a un ambiente sano y a tener agua limpia y sana también. Así, la construcción de este proyecto hidroeléctrico, junto con los demás que se planea construir en el contaminado río Guayllabamba, está violentando los derechos de las personas que viven en la zona. Y aun así, ¡sigue firme la construcción del proyecto!

¿Acaso permitirían los municipios de Quito o de Sangolquí (o de cualquier parte del mundo) que les represen los fétidos ríos que atraviesan sus ciudades? ¿Se imaginarían los habitantes de Quito tener una represa en el contaminadísimo río Machángara, vivir junto a ella? Pues aunque el caudal del Guayllabamba dé la impresión de que el río está medio limpio, la verdad es distinta. Si bien no alcanza el nivel de contaminación, cercano a la muerte en vida, del pobre Machángara, la contaminación de Guayllabamba también es tremenda, como lo reconocen los mismos estudios hechos para Hidroequinoccio.

Pero la cosa no queda ahí. El Guayllabamba no solo trae aguas negras humanas, trae también desechos industriales, agrícolas y basura. En las playas y recodos del río es común encontrar amontonamientos grandes de basura: abundan las botellas plásticas de aguas y cola, pero no faltan los envases plásticos de lubricantes o agroquímicos; vienen latas viejas, telas, maderas, escombros, baterías y pilas, juguetes en desuso, muebles caducos, papeles, animales muertos, etc. Aunque suene tétrico, también se han encontrado cadáveres humanos. ¡Así de feo!

El mismo EIAD muestra que hay alta contaminación química, muy por encima de los niveles máximos permitidos. Entre otros contaminantes, algunos que generan preocupación son el arsénico, aluminio, hierro, nitratos y disueltos orgánicos; todos estos se derivan de la contaminación industrial (fábricas) y de la agricultura de escala industrial. ¿A dónde cree usted que van a parar los residuos de la enorme cantidad de agroquímicos que se utilizan en la industria florícola de Cayambe, El Quinche o Tabacundo? ¿Qué cree que sucede con los glifosatos que se aplican generosamente en varios cultivos de agroexportación (y también de abastecimiento de los mercados internos) que hay en la cuenca del Guayllabamba (tomate, palmito, brócoli, etc.)?

La gente de Quito lo sabe. En ocasiones, por el río Machángara bajan olas de espuma jobonosa enormes que se van disolviendo en el río hasta volverse imperceptibles al ojo, pero que van dejando sus sustancias contaminantes en él. Los habitantes de Los Chillos han visto en más de una ocasión que el río San Pedro, otro afluente del Machángara, se tiñe de rojo o de azul, o lleva aceite en lugar de agua, porque las fábricas textileras o recicladoras, o las lubricadoras y mecánicas arrojan sus desechos directamente a este difunto río. Y la gente de toda Pichincha sabe también que es práctica común botar la basura a la quebrada. Esa basura, tarde o temprano, termina en el río.

Para terminar la historia, está la carga de sedimentos disueltos que lleva el río. Gran parte de la cuenca del Guayllabamba, en especial en las tierras altas, está muy deforestada; en algunos sectores el suelo ya está desnudo. Resulta que la tierra de esas áreas deforestadas es lavada por la lluvia y acarreada hacia quebradas y ríos que llevan su agua al Guayllabamba. Los sedimentos parecen estar disueltos en el agua del río, como el azúcar en el vaso de jugo. Pero si aquietamos el agua del río pasará lo mismo que si dejamos el jugo quieto por un tiempo. Los sedimentos disueltos se asentarán en el fondo, como el azúcar se asienta también en el fondo del vaso.

En el jugo esto no es importante. Se revuelve con la cuchara, y listo. Pero en el caso de un embalse, los sedimentos lo van rellenando y disminuyen su vida útil. En la situación particular de un proyecto hidroeléctrico, los sedimentos también disminuyen la vida útil de las turbinas y máquinas que originarán la electricidad.

Hidroequinoccio no menciona estos problemas ambientales y sociales en las reuniones que ha mantenido con los habitantes de las áreas de influencia (ellos dicen áreas de influencia para no decir áreas de afectación, porque afectación suena más feo). En el EIAD lo mencionan casi en voz baja y sugieren que son situaciones que se pueden monitorear y remediar en el Plan de Manejo Ambiental. Sin embargo, parece poco probable remediar un embalse de varias hectáreas de agua contaminada. ¿No es más lógico limpiar primero el agua?

Hidroequinoccio pretende lavarse las medias sin quitarse los zapatos. El represamiento de agua contaminada es un daño muy grave para las personas que viven en la zona de afectación directa. Las consecuencias pueden ser serias. 

2 comentarios:

No comparto ese comentario de la contaminación Solo vean el caso del Rio Paute con la hidroeléctrica, que revise las aguas servidas de Cuenca, Gualaceo, Paute, Azogues y Biblian, no esta contaminado como dicen, visiten la represa y dejen de engañar a las personas.

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