AFP
Rafael Correa, dijo este sábado desde La Habana que someterá a consulta popular una ley minera a la que se oponen fuertemente los indígenas, si llega a ser aprobada con modificaciones por parte del Legislativo de mayoría oficialista.
"Si sucumben ante las presiones (...) les veto totalmente la ley y la mando a consulta popular, para que ese 87% del pueblo ecuatoriano que apoya la ley se pronuncie directamente", afirmó el mandatario.
Correa endureció el pulso con los indígenas y con sectores opuestos a la ley que autoriza la minería a gran escala, por sus potenciales daños al medioambiente especialmente para las fuentes de agua en sus territorios ancestrales.
"Comisión legislativa, apruebe por favor lo más rápidamente posible esa ley, que garantiza que la minería beneficie con sus dividendos a los ecuatorianos", exhortó el mandatario en el marco de su primera visita oficial a Cuba.
El llamado de Correa se da en momentos en que los indígenas convocaron a una movilización el 20 de enero, y pese a los fuertes choques de esta semana con la Policía en el sur del país, que dejaron dos uniformados heridos y cuatro manifestantes detenidos.
En ese contexto, ocho personas iniciaron una huelga de hambre para presionar en contra del proyecto de ley, origen de la controversia más fuerte que enfrenta a Correa con la comunidad indígena en dos años de gobierno.
El presidente desestimó sus críticas, asegurando que bajo ese nuevo marco el Estado es el dueño de los recursos mineros y podrá revertir cualquier concesión contraria al medio ambiente o que afecte las reservas de aguas.
Por otro lado, aseguró que la oposición a la ley está encabezada por "grupos que están acostumbrados a hacer lo que se les dé la gana, y no representan a nadie, y muchas veces son corruptos financiados hasta por las trasnacionales mineras".
El gobierno ecuatoriano dejó en 2008 sin efecto un 97% de las licencias concedidas en los últimos años para extracción minera, y auspicia el proyecto para regular el sector a contracorriente de los indígenas.
Rafael Correa, dijo este sábado desde La Habana que someterá a consulta popular una ley minera a la que se oponen fuertemente los indígenas, si llega a ser aprobada con modificaciones por parte del Legislativo de mayoría oficialista.
"Si sucumben ante las presiones (...) les veto totalmente la ley y la mando a consulta popular, para que ese 87% del pueblo ecuatoriano que apoya la ley se pronuncie directamente", afirmó el mandatario.
Correa endureció el pulso con los indígenas y con sectores opuestos a la ley que autoriza la minería a gran escala, por sus potenciales daños al medioambiente especialmente para las fuentes de agua en sus territorios ancestrales.
"Comisión legislativa, apruebe por favor lo más rápidamente posible esa ley, que garantiza que la minería beneficie con sus dividendos a los ecuatorianos", exhortó el mandatario en el marco de su primera visita oficial a Cuba.
El llamado de Correa se da en momentos en que los indígenas convocaron a una movilización el 20 de enero, y pese a los fuertes choques de esta semana con la Policía en el sur del país, que dejaron dos uniformados heridos y cuatro manifestantes detenidos.
En ese contexto, ocho personas iniciaron una huelga de hambre para presionar en contra del proyecto de ley, origen de la controversia más fuerte que enfrenta a Correa con la comunidad indígena en dos años de gobierno.
El presidente desestimó sus críticas, asegurando que bajo ese nuevo marco el Estado es el dueño de los recursos mineros y podrá revertir cualquier concesión contraria al medio ambiente o que afecte las reservas de aguas.
Por otro lado, aseguró que la oposición a la ley está encabezada por "grupos que están acostumbrados a hacer lo que se les dé la gana, y no representan a nadie, y muchas veces son corruptos financiados hasta por las trasnacionales mineras".
El gobierno ecuatoriano dejó en 2008 sin efecto un 97% de las licencias concedidas en los últimos años para extracción minera, y auspicia el proyecto para regular el sector a contracorriente de los indígenas.
